domingo, 19 de noviembre de 2017

APLICACIONES DE LA TIC EN QUÍMICA

DEFINICION


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Las aplicaciones de las TIC en la educación científica son muchas; entre las principales destacan:
  •  Favorecen el aprendizaje de procedimientos y el desarrollo de destrezas intelectuales de carácter general y permiten transmitir información y crear ambientes virtuales combinando texto, audio, vídeo y animaciones. Además, permiten ajustar los contenidos, contextos, y las diversas situaciones de aprendizaje a la diversidad e intereses de los estudiantes.
  •  Contribuyen a la formación de los profesores en cuanto al conocimiento de la química, su enseñanza y el manejo de estas tecnologías. Se pueden consultar, en multitud de páginas Web, artículos científicos, animaciones, vídeos, ejercicios de aplicación, cursos en línea, lecturas, etc. 
  • En los entornos virtuales, las posibilidades de sincronismo y sincronismo facilitan la comunicación y permiten que estudiantes y/o profesores de diferentes lugares del mundo intercambien ideas y participen en proyectos conjuntos. 
  • Las simulaciones de procesos fisicoquímicos permiten trabajar en entornos de varios niveles de sofisticación concep­tual y técnica.
Por tanto, el uso de las TIC en el aula permite que los alumnos complementen otras formas de aprendizaje utilizadas en la clase, mejoren la comprensión de conceptos difíciles o impo­sibles de observar a simple vista o en los laboratorios escola­res, usen representaciones para desarrollar proyectos escolares con compañeros y profesores, trabajen y manipulen, por ejemplo, moléculas en tres dimensiones o todo tipo de sustan­cias en laboratorios virtuales, etc.
Por otra parte, gracias al uso de las TIC, estudiantes discapa­citados o con determinadas dificultades de aprendizaje pue­den aprender química través de estas “rampas” tecnológicas. Así, los estudiantes sordos pueden acceder a los mismos con­tenidos curriculares que sus pares oyentes.


Implantación e implementación de las TIC

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En un recuento histórico sobre la evolución de las TIC, Ji­ménez-Valverde y Llitjós-Viza (2006), afirman que la imple­mentación de un nuevo recurso en el contexto escolar genera inicialmente un interés y entusiasmo, que disminuye con el tiempo. Este desinterés a veces puede aparecer como respues­ta al desarrollo de recursos con mayores utilidades, más eco­nómicos y prácticos que otros. Así, en el caso de la Internet, su uso en un comienzo se limitó a la búsqueda de informa­ción, pero actualmente su uso se va extendiendo y puede lle­gar a convertirse en una herramienta fundamental en la ense­ñanza de la química.
Una característica importante de las TIC y sus posibilida­des educativas es su acelerado desarrollo. Así, mientras que hace pocos años se manejaban el correo electrónico, las pági­nas Web estáticas (el lenguaje HTML), las aplicaciones de Mi­crosoft Office, las simulaciones en forma de applets, etc., hace pocos años aparecieron los blogs, las webquests, los wikis, for­mas más integradas de correo electrónico en formato Web (como Gmail), los grupos de trabajo en línea (como Google Groups, por ejemplo), las simulaciones en formato Flash, los portales de recursos (y objetos de aprendizaje), las aulas digi­tales (como Moodle, etc.). Y recientemente se habla de apli­caciones de carácter social, como Flickr, Slideshare, Ning, Fa­cebook, YouTube, Skype, y de entornos y aplicaciones más evolucionados y gratuitos como Linux y OpenOffice, de re­cursos sofisticados como las pizarras digitales, de multitud de proyectos colaborativos, etc. Y todo ello sin hablar de las he­rramientas auxiliares (archivos PDF, capturadores de panta­llas como Snapshot, tratamiento de imágenes y de vídeo, ges­tión de pagos y de compras como Paypal y Amazon), o la posibilidad de disponer y gestionar el servidor propio del do­cente o del centro (para lo que se requiere, por ejemplo, ma­nejar programas como EasyPHP, MySQL, etc.). Como se ve, la lista es inmensa e impresionante, y nadie sabe de qué nue­vos instrumentos se dispondrá en pocos años. Por ello, y como recogeremos en las conclusiones, el docente debe de introdu­cirse en el mundo de las TIC lo antes posible, y aprender a usarlas de manera pausada pero constante.
Veamos algunos ejemplos de implantación de las TIC en el mundo de la E/A de la química. Faltaríamos a la verdad si no reconociéramos el notable esfuerzo que los profesores de Fí­sica y Química han hecho para acercar las nuevas tecnologías a sus alumnos. Así, podemos observar que muchos institutos de enseñanza secundaria tienen su propia Web estática y en ella, en general, existe un enlace al departamento de Física y de Química donde los profesores del mismo “cuelgan” materiales (generalmente, textos o presentaciones) que sus alumnos pueden usar para reforzar lo visto en el aula, o difieren a sus alumnos a contenidos concretos de otras Webs de todo el mundo. Aunque en este segundo caso las Webs enlazadas pueden tener cierto grado de interactividad, muchas páginas Web dedicadas a la enseñanza actúan como meros contenedores de información donde a veces, por excesiva, resulta inoperante.
Con el desarrollo de herramientas de la llamada Web 2.0 se dispone de espacios de socialización y de intercambio que los docentes pueden aprovechar. Por ejemplo, es notable el incremento que en los últimos años ha registrado el número de blogs de docentes de Química que exponen a sus alumnos las últimas novedades en este campo y proponen problemas para su resolución (QuímicaBlog, 2009; El BB, 2009).
Como ejemplo de proyectos institucionales para el desarrollo de materiales educativos citaremos el Proyecto Newton (2009), dentro del cual se desarrollan los temas de Física y de Química del currículo escolar a partir de simulaciones interactivas que permiten a los alumnos acercarse a conceptos complejos de forma intuitiva. Los materiales aparecen agrupados en unidades didácticas pero también por conceptos, cada uno ilustrado con una animación (simulación). Así el profesor puede acceder a objetos de aprendizaje modulares e integrarlos en su programación de aula.
Finalmente, cabe aun mencionar que existen empresas que ofrecen servicios educativos y clases particulares en formato E-learning, entre ellos cursos de Química dirigidos a profesores y a postgraduados. Sin embargo, sólo en algunos casos los diplomas o títulos que ofrecen tienen validez oficial (Grupo Proen, 2009).
En cuanto a la formación de los docentes en el uso didáctico de las TIC, existen multitud de propuestas en todo el mundo, pero en un informe para la UNESCO (2004) se señala que uno de los errores más significativos que se ha cometido es que se ha tenido una visión demasiado técnica e instrumental en la formación de los docentes. Se han dedicado pocos esfuerzos para ayudarlos a incorporar la tecnología a la práctica didáctica curricular, y transformar y crear entornos diferenciados para el aprendizaje, y demasiados a tareas administrativas y organizativas.
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Usos de las tics  

Comentaremos a continuación algunos ejemplos de aplica­ción de las TIC a la E/A de la química, en concreto: a) un proyecto internacional; b) el uso de simulaciones por ordena­dor; c) la elaboración de materiales de apoyo y el libro de texto digital; d) aplicaciones didácticas de los debates en lí­nea, y e) el uso de entornos de aprendizaje para la profundi­zación en cuestiones de CTSA (ciencia, tecnología, sociedad y medio ambiente).
Estos ejemplos pueden inspirar al docente a diseñar activi­dades de aprendizaje de la química que exploten las poten­cialidades que ofrecen las TIC. Para ello se han de tener pre­sentes las limitaciones de estas herramientas, y plantear objetivos y metodologías didácticas, así como planificar cómo se van a evaluar los resultados de su implementación.
En conclusión, hemos visto mediante varios ejemplos que las TIC sí que son actualmente herramientas indispensables en los procesos de E/A de la química, porque permiten desarrollar actividades que eran imposibles hasta hace pocos años. Las TIC no deben convertirse en la única herramienta para enseñar química, pero deben ser un recurso usado, y usado críticamente con el acompañamiento del docente, quien será el responsable de evaluar la confiabilidad de la información o de sugerir aquellos recursos que se ajustan al contexto y a los propósitos de formación. Los profesores diseñamos nuevos recursos y exploramos junto con los estudiantes su potencial y limitaciones como instrumento para la E/A. Se requieren, por tanto, investigaciones constantes para determinar qué procesos de aprendizaje se activan con el uso de estas herramientas.
La discusión se debe de centrar en torno a las metodologías de trabajo en el aula y con los alumnos, que representen una verdadera oportunidad para lograr el aprendizaje significativo y el desarrollo de habilidades cognitivas. No creemos que sea correcto discutir si con ayuda de las TIC se aprende más o menos que con metodologías tradicionales, o con el libro de texto como recurso casi único. Se trata de herramientas diferentes, para entornos sociales y tecnológicos de naturaleza bien diferente, y no tienen mucho sentido las comparaciones entre objetivos, metodologías, habilidades, situaciones socioeconómicas, etc., totalmente distintas. Además, la cuestión no es si hay que utilizar o no las TIC, sino cómo podemos emplearlas. El alumno tiene derecho a recibir una formación científica que haga uso de todos los recursos existentes en su entorno socio laboral, y las TIC impregnan dicho entorno
Hacen falta aún muchas iniciativas que popularicen el uso cotidiano de las TIC en los centros: la extensión de la conexión a Internet por todos los espacios educativos, el uso de equipos móviles y portátiles por parte del profesorado, la difusión de buenas herramientas y buenas prácticas. Por otra parte, es necesaria la formación digital del profesorado. En muchas ocasiones se imposibilita que los docentes hagan uso de las TIC porque se carece de medios para hacerlo, pues existen grandes desigualdades en las dotaciones de ordenadores, proyectores, pizarras digitales, etc., entre los centros. A En conclusión, hemos visto mediante varios ejemplos que las TIC sí que son actualmente herramientas indispensables en los procesos de E/A de la química, porque permiten desarrollar actividades que eran imposibles hasta hace pocos años. Las TIC no deben convertirse en la única herramienta para enseñar química, pero deben ser un recurso usado, y usado críticamente con el acompañamiento del docente, quien será el responsable de evaluar la confiabilidad de la información o de sugerir aquellos recursos que se ajustan al contexto y a los propósitos de formación. Los profesores diseñamos nuevos recursos y exploramos junto con los estudiantes su potencial y limitaciones como instrumento para la E/A. Se requieren, por tanto, investigaciones constantes para determinar qué procesos de aprendizaje se activan con el uso de estas herramientas.
La discusión se debe de centrar en torno a las metodologías de trabajo en el aula y con los alumnos, que representen una verdadera oportunidad para lograr el aprendizaje significativo y el desarrollo de habilidades cognitivas. No creemos que sea correcto discutir si con ayuda de las TIC se aprende más o menos que con metodologías tradicionales, o con el libro de texto como recurso casi único. Se trata de herramientas diferentes, para entornos sociales y tecnológicos de naturaleza bien diferente, y no tienen mucho sentido las comparaciones entre objetivos, metodologías, habilidades, situaciones socioeconómicas, etc., totalmente distintas. Además, la cuestión no es si hay que utilizar o no las TIC, sino cómo podemos emplearlas. El alumno tiene derecho a recibir una formación científica que haga uso de todos los recursos existentes en su entorno socio laboral, y las TIC impregnan dicho entorno.
Hacen falta aún muchas iniciativas que popularicen el uso cotidiano de las TIC en los centros: la extensión de la conexión a Internet por todos los espacios educativos, el uso de equipos móviles y portátiles por parte del profesorado, la difusión de buenas herramientas y buenas prácticas. Por otra parte, es necesaria la formación digital del profesorado. En muchas ocasiones se imposibilita que los docentes hagan uso de las TIC porque se carece de medios para hacerlo, pues existen grandes desigualdades en las dotaciones de ordenadores, proyectores, pizarras digitales, etc., entre los centros. A menudo, el profesorado de Química que usa las TIC son mi­noría en los centros docentes y se les considera una especie de “gente loca” a los que se les perdonan rarezas como llevar un blog, perder 15 minutos de clase para montar la pizarra digi­tal o conocer las novedades tecnológicas relacionadas con la educación (Diario El País, 2009). Otros factores que a menu­do, no son tenidos en cuenta cuando se evalúan este tipo de recursos es que muchos están en inglés, por ejemplo, y requie­ren de cierto conocimiento tecnológico pues no coinciden exactamente con el currículo y hay que adaptarlos o seleccio­nar aquello que nos será útil y que podemos emplear como complemento en nuestras actividades diarias.

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Equipo No. 2
Integrantes del equipo:
Yessi Paola Roque Antonio.
Luz Daniela Figueroa Zuñiga.
Guillermo Diego Ponce.
Camila Sulim Romano Isidor.
Ruth Noemi Martinez Desiderio.




1 comentario:

  1. Interesante tema ya que las TIC nos ayudan en nuestro camino del aprendizaje.
    Eq.5

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