DEFINICION
Las aplicaciones de las TIC en la educación científica son muchas; entre
las principales destacan:
- Favorecen el aprendizaje de procedimientos y el desarrollo de destrezas intelectuales de carácter general y permiten transmitir información y crear ambientes virtuales combinando texto, audio, vídeo y animaciones. Además, permiten ajustar los contenidos, contextos, y las diversas situaciones de aprendizaje a la diversidad e intereses de los estudiantes.
- Contribuyen a la formación de los profesores en cuanto al conocimiento de la química, su enseñanza y el manejo de estas tecnologías. Se pueden consultar, en multitud de páginas Web, artículos científicos, animaciones, vídeos, ejercicios de aplicación, cursos en línea, lecturas, etc.
- En los entornos virtuales, las posibilidades de sincronismo y sincronismo facilitan la comunicación y permiten que estudiantes y/o profesores de diferentes lugares del mundo intercambien ideas y participen en proyectos conjuntos.
- Las simulaciones de procesos fisicoquímicos permiten trabajar en entornos de varios niveles de sofisticación conceptual y técnica.
Por tanto, el uso de las TIC en el aula permite que los alumnos
complementen otras formas de aprendizaje utilizadas en la clase, mejoren la
comprensión de conceptos difíciles o imposibles de observar a simple vista o
en los laboratorios escolares, usen representaciones para desarrollar
proyectos escolares con compañeros y profesores, trabajen y manipulen, por
ejemplo, moléculas en tres dimensiones o todo tipo de sustancias en
laboratorios virtuales, etc.
Por otra parte, gracias
al uso de las TIC, estudiantes discapacitados o con determinadas
dificultades de aprendizaje pueden aprender química través de estas “rampas”
tecnológicas. Así, los estudiantes sordos pueden acceder a los mismos contenidos
curriculares que sus pares oyentes.
Implantación e implementación
de las TIC
En un recuento histórico sobre la evolución de las TIC, Jiménez-Valverde y
Llitjós-Viza (2006), afirman que la implementación de un nuevo recurso en el
contexto escolar genera inicialmente un interés y entusiasmo, que disminuye con
el tiempo. Este desinterés a veces puede aparecer como respuesta al desarrollo
de recursos con mayores utilidades, más económicos y prácticos que otros. Así,
en el caso de la Internet, su uso en un comienzo se limitó a la búsqueda de
información, pero actualmente su uso se va extendiendo y puede llegar a
convertirse en una herramienta fundamental en la enseñanza de la química.
Una característica
importante de las TIC y sus posibilidades educativas es su acelerado
desarrollo. Así, mientras que hace pocos años se manejaban el correo
electrónico, las páginas Web estáticas (el lenguaje HTML), las
aplicaciones de Microsoft Office, las simulaciones en forma de applets, etc.,
hace pocos años aparecieron los blogs, las webquests, los wikis, formas más
integradas de correo electrónico en formato Web (como Gmail), los grupos de
trabajo en línea (como Google Groups, por ejemplo), las simulaciones en formato
Flash, los portales de recursos (y objetos de aprendizaje), las aulas digitales
(como Moodle, etc.). Y recientemente se habla de aplicaciones de carácter
social, como Flickr, Slideshare, Ning, Facebook, YouTube, Skype, y de entornos
y aplicaciones más evolucionados y gratuitos como Linux y OpenOffice, de recursos
sofisticados como las pizarras digitales, de multitud de proyectos
colaborativos, etc. Y todo ello sin hablar de las herramientas auxiliares
(archivos PDF, capturadores de pantallas como Snapshot, tratamiento de
imágenes y de vídeo, gestión de pagos y de compras como Paypal y Amazon), o la
posibilidad de disponer y gestionar el servidor propio del docente o del
centro (para lo que se requiere, por ejemplo, manejar programas como EasyPHP,
MySQL, etc.). Como se ve, la lista es inmensa e impresionante, y nadie sabe de
qué nuevos instrumentos se dispondrá en pocos años. Por ello, y como
recogeremos en las conclusiones, el docente debe de introducirse en el mundo
de las TIC lo antes posible, y aprender a usarlas de manera pausada pero
constante.
Veamos algunos ejemplos
de implantación de las TIC en el mundo de la E/A de la química.
Faltaríamos a la verdad si no reconociéramos el notable esfuerzo que los
profesores de Física y Química han hecho para acercar las nuevas tecnologías a
sus alumnos. Así, podemos observar que muchos institutos de enseñanza
secundaria tienen su propia Web estática y en ella, en general, existe un
enlace al departamento de Física y de Química donde los profesores del mismo
“cuelgan” materiales (generalmente, textos o presentaciones) que sus alumnos
pueden usar para reforzar lo visto en el aula, o difieren a sus alumnos a
contenidos concretos de otras Webs de todo el mundo. Aunque en este segundo
caso las Webs enlazadas pueden tener cierto grado de interactividad, muchas páginas
Web dedicadas a la enseñanza actúan como meros contenedores de información
donde a veces, por excesiva, resulta inoperante.
Con el desarrollo de
herramientas de la llamada Web 2.0 se dispone de espacios de socialización y de
intercambio que los docentes pueden aprovechar. Por ejemplo, es notable el
incremento que en los últimos años ha registrado el número de blogs de docentes
de Química que exponen a sus alumnos las últimas novedades en este campo y
proponen problemas para su resolución (QuímicaBlog, 2009; El BB, 2009).
Como ejemplo de
proyectos institucionales para el desarrollo de materiales educativos citaremos
el Proyecto Newton (2009), dentro del cual se desarrollan los temas de Física y
de Química del currículo escolar a partir de simulaciones interactivas que
permiten a los alumnos acercarse a conceptos complejos de forma intuitiva. Los
materiales aparecen agrupados en unidades didácticas pero también por
conceptos, cada uno ilustrado con una animación (simulación). Así el profesor
puede acceder a objetos de aprendizaje modulares e integrarlos en su
programación de aula.
Finalmente, cabe aun
mencionar que existen empresas que ofrecen servicios educativos y clases
particulares en formato E-learning, entre ellos cursos de Química dirigidos a profesores
y a postgraduados. Sin embargo, sólo en algunos casos los diplomas o títulos
que ofrecen tienen validez oficial (Grupo Proen, 2009).
En cuanto a la
formación de los docentes en el uso didáctico de las TIC, existen multitud de
propuestas en todo el mundo, pero en un informe para la UNESCO (2004) se señala
que uno de los errores más significativos que se ha cometido es que se ha
tenido una visión demasiado técnica e instrumental en la formación de los
docentes. Se han dedicado pocos esfuerzos para ayudarlos a incorporar la
tecnología a la práctica didáctica curricular, y transformar y crear entornos
diferenciados para el aprendizaje, y demasiados a tareas administrativas y
organizativas.
Usos de las tics |
Comentaremos a continuación algunos ejemplos de aplicación de las TIC a la E/A de la química, en concreto: a) un proyecto internacional; b) el uso de simulaciones por ordenador; c) la elaboración de materiales de apoyo y el libro de texto digital; d) aplicaciones didácticas de los debates en línea, y e) el uso de entornos de aprendizaje para la profundización en cuestiones de CTSA (ciencia, tecnología, sociedad y medio ambiente).
Estos ejemplos pueden
inspirar al docente a diseñar actividades de aprendizaje de la química que
exploten las potencialidades que ofrecen las TIC. Para ello se han de tener
presentes las limitaciones de estas herramientas, y plantear objetivos y
metodologías didácticas, así como planificar cómo se van a evaluar los
resultados de su implementación.
En conclusión, hemos
visto mediante varios ejemplos que las TIC sí que son actualmente herramientas
indispensables en los procesos de E/A de la química, porque permiten
desarrollar actividades que eran imposibles hasta hace pocos años. Las TIC no
deben convertirse en la única herramienta para enseñar química, pero deben ser
un recurso usado, y usado críticamente con el acompañamiento del docente, quien
será el responsable de evaluar la confiabilidad de la información o de sugerir
aquellos recursos que se ajustan al contexto y a los propósitos de formación.
Los profesores diseñamos nuevos recursos y exploramos junto con los estudiantes
su potencial y limitaciones como instrumento para la E/A. Se requieren, por
tanto, investigaciones constantes para determinar qué procesos de aprendizaje
se activan con el uso de estas herramientas.
La discusión se debe
de centrar en torno a las metodologías de trabajo en el aula y con los alumnos,
que representen una verdadera oportunidad para lograr el aprendizaje
significativo y el desarrollo de habilidades cognitivas. No creemos que sea
correcto discutir si con ayuda de las TIC se aprende más o menos que con
metodologías tradicionales, o con el libro de texto como recurso casi único. Se
trata de herramientas diferentes, para entornos sociales y tecnológicos de
naturaleza bien diferente, y no tienen mucho sentido las comparaciones entre
objetivos, metodologías, habilidades, situaciones socioeconómicas, etc.,
totalmente distintas. Además, la cuestión no es si hay que utilizar o no las
TIC, sino cómo podemos emplearlas. El alumno tiene derecho a recibir una
formación científica que haga uso de todos los recursos existentes en su
entorno socio laboral, y las TIC impregnan dicho entorno
Hacen falta aún muchas
iniciativas que popularicen el uso cotidiano de las TIC en los centros: la
extensión de la conexión a Internet por todos los espacios educativos, el uso
de equipos móviles y portátiles por parte del profesorado, la difusión de
buenas herramientas y buenas prácticas. Por otra parte, es necesaria la
formación digital del profesorado. En muchas ocasiones se imposibilita que los
docentes hagan uso de las TIC porque se carece de medios para hacerlo, pues
existen grandes desigualdades en las dotaciones de ordenadores, proyectores,
pizarras digitales, etc., entre los centros. A En conclusión, hemos visto
mediante varios ejemplos que las TIC sí que son actualmente herramientas
indispensables en los procesos de E/A de la química, porque permiten
desarrollar actividades que eran imposibles hasta hace pocos años. Las TIC no
deben convertirse en la única herramienta para enseñar química, pero deben ser
un recurso usado, y usado críticamente con el acompañamiento del docente, quien
será el responsable de evaluar la confiabilidad de la información o de sugerir
aquellos recursos que se ajustan al contexto y a los propósitos de formación.
Los profesores diseñamos nuevos recursos y exploramos junto con los estudiantes
su potencial y limitaciones como instrumento para la E/A. Se requieren, por
tanto, investigaciones constantes para determinar qué procesos de aprendizaje
se activan con el uso de estas herramientas.
La discusión se debe
de centrar en torno a las metodologías de trabajo en el aula y con los alumnos,
que representen una verdadera oportunidad para lograr el aprendizaje
significativo y el desarrollo de habilidades cognitivas. No creemos que sea
correcto discutir si con ayuda de las TIC se aprende más o menos que con
metodologías tradicionales, o con el libro de texto como recurso casi único. Se
trata de herramientas diferentes, para entornos sociales y tecnológicos de
naturaleza bien diferente, y no tienen mucho sentido las comparaciones entre
objetivos, metodologías, habilidades, situaciones socioeconómicas, etc.,
totalmente distintas. Además, la cuestión no es si hay que utilizar o no las
TIC, sino cómo podemos emplearlas. El alumno tiene derecho a recibir una
formación científica que haga uso de todos los recursos existentes en su
entorno socio laboral, y las TIC impregnan dicho entorno.
Hacen falta aún muchas
iniciativas que popularicen el uso cotidiano de las TIC en los centros: la
extensión de la conexión a Internet por todos los espacios educativos, el uso
de equipos móviles y portátiles por parte del profesorado, la difusión de
buenas herramientas y buenas prácticas. Por otra parte, es necesaria la
formación digital del profesorado. En muchas ocasiones se imposibilita que los
docentes hagan uso de las TIC porque se carece de medios para hacerlo, pues
existen grandes desigualdades en las dotaciones de ordenadores, proyectores,
pizarras digitales, etc., entre los centros. A menudo, el profesorado
de Química que usa las TIC son minoría en los centros docentes y se les
considera una especie de “gente loca” a los que se les perdonan rarezas como
llevar un blog, perder 15 minutos de clase para montar la pizarra digital o
conocer las novedades tecnológicas relacionadas con la educación (Diario El
País, 2009). Otros factores que a menudo, no son tenidos en cuenta cuando
se evalúan este tipo de recursos es que muchos están en inglés, por ejemplo, y
requieren de cierto conocimiento tecnológico pues no coinciden exactamente con
el currículo y hay que adaptarlos o seleccionar aquello que nos será útil y
que podemos emplear como complemento en nuestras actividades diarias.
Equipo No. 2
Integrantes del equipo:
Yessi Paola Roque Antonio.
Luz Daniela Figueroa Zuñiga.
Guillermo Diego Ponce.
Camila Sulim Romano Isidor.
Ruth Noemi Martinez Desiderio.
Interesante tema ya que las TIC nos ayudan en nuestro camino del aprendizaje.
ResponderEliminarEq.5